Dieta

Piltrafillas, ya estoy contento. Esta semana hemos comprado una báscula digital y por fin puedo saber lo que peso exactamente. Y vosotros diréis, pero si el vacagorda este pesa 124 kilos ¿a qué tanta alegría? Pues bien amiguitos, mi mujer me ha hecho recordar que semanas antes de iniciar el régimen me había pesado en una de esas básculas de farmacia electrónicas de las que sale un papelito con el peso, la altura, la presión sanguínea y no se cuantas cosas más. En aquel papelito –a decir de ella, mi cerebro ha eliminado ese dato- ponía que pesaba 131,8 kilos. Total, que al paso que iba cuando me decidí a comenzar la dieta, lo más seguro es que mi peso de partida –siendo benévolo- rondase los 133 Kg. Así que en el día de hoy, cuando la puta báscula me comunica desde su pantallita de cristal líquido que he alcanzado los 124 kilos os podéis imaginar que –aún siendo un fatibomba- me sienta moderadamente satisfecho. Por eso, este domingo más que nunca, decido proseguir con la dieta.