Comienzo la tarde de viernes –ya sabéis, el mejor momento de la semana- con el Filipinetti, un coche que debo admitir que no conocía. A quien sí conocía es a Franco Sbarro, mecánico, ingeniero y diseñador italiano al que mucha gente cree suizo por ser en ese país en donde llevó a cabo la mayor parte de su carrera. Pues bien, fue precisamente mientras trabajaba en su taller suizo con un socio alemán a finales de los 50 cuando Franco entró en contacto con George Filipinetti, manager de una escudería de competición que le encargó el mantenimiento de sus coches. Siendo ingeniero jefe de Scuderia Filipinetti, Sbarro realizó un primer prototipo al que llamó Filipinetti 1 que mejoró poco después. Os adjunto imágenes de los Filipinetti 1 y 2. A finales de los 60 Sbarro abandonó a su amigo y se lanzó a la aventura de la construcción de réplicas y de diseños propios de gran calidad y espectacularidad, pero esa es otra historia.
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