Bad biology

Yo nací con siete clítoris. Bueno, yo no amiguitos –soy hombre, ¿recordáis?-, en realidad se trata de las primeras palabras que se oyen al desaparecer los títulos de crédito y antes de que aparezca en pantalla la cara de la protagonista de esta sorprendente cinta. ¿Imagináis lo complicado que puede ser para esa chica controlar sus orgasmos?, pues eso, que a la pobre se le va la mano con los amantes al llegar a su intenso clímax... y se los carga. Pero eso no es todo amiguitos, tras la cópula nuestra dotada amiga da a luz bebés feos como el pecado que abandona después de parir. En fin piltrafillas, que si a esto le sumamos como se nos ha mostrado brevemente a un chico que se inyecta un extraño líquido azul en el pene no hará falta ser muy despierto para advertir que lo que vamos a ver será cualquier cosa excepto mainstream. Os estoy hablando de Bad biology, una película que hacía tiempo que tenía ganas de ver pero que no hallaba en momento y que hoy, tras regresar de vacaciones y encontrarme con una reseña en Bride of awesomeness –de donde me he agenciado el gracioso poster japonés- me he decidido a verla de una vez por todas.

En fin, curiosa cinta de Frank Henenlotter –el de la mítica Basket Case- que nos explica lo que os he avanzado en parte, las historias de Jennifer, joven fotógrafa dotada de siete clítoris que al alcanzar el orgasmo siente la necesidad de asesinar a sus amantes y dos horas más tarde alumbra extraños bebés y la de Batz, propietario de un monstruoso pene ávido de placer que tiene incluso autonomía propia y al que el joven pretende calmar a base de ingentes cantidades de droga. Cuando la joven conoce al chico y ve su enorme miembro por accidente, de inmediato se siente intrigada. Luego, al asistir desde la oscuridad a una hilarante escena en la que Batz se agobia al no saber que hacer cuando la puta con la que acaba de follar se tira más de 45 minutos gimiendo en el suelo en medio de un inacabable orgasmo, se da cuenta de que toda su vida ha estado esperando algo así, alguien como Batz o –mejor dicho- como lo que tiene entre las piernas.

Piltrafillas, esto es lo que hay y así os lo he contado. No esperéis que la policía investigue los asesinatos ni que las noticias recojan el hallazgo de neonatos monstruosos, aquí sólo hay la historia de amor entre dos seres incomprendidos que sufren su ansia por separado hasta que un día se encuentran: la vagina de Jennifer y el pene de Batz. Yo os la recomiendo piltrafillas, Bad biology es más una cinta de humor friki que otra cosa. En realidad no hay excesiva sangre y tampoco sexo explícito –lo segundo me da igual, pero se echa de menos un tratamiento más gore de un argumento que daba para eso-, pero no me podéis negar que la historia es bizarra como pocas. Muy distraida, con una calidad técnica poco común en estas cintas de –no nos engañemos- bajo presupuesto y con una labor interpretativa muy decente. Así que pillaos una cerveza bien fría y tumbaos en el sofá a pasar un buen rato. Yo lo he hecho.