Piltrafillas, hoy os propongo una sesión doble veraniega dedicada al cine cutre pornolight que se hacía en nuestro país entre finales de los 70 y principios de los 80. La primera de las cintas que os comentaré –decir que os las recomiendo sería faltar a la verdad ya que se trata de material de ínfima calidad únicamente indicado para frikis impenitentes o erotómanos nostálgicos- es Apocalipsis sexual, rodada en 1981 por Ajita Wilson –por cierto, en los créditos iniciales escriben erroneamente como Whilson su apellido-, una escultural belleza de ébano que ayudó a desahogarse a muchos españolitos de la época, se supone que antes de enterarse de que se la meneaban ante un bombero transexual de Brooklyn. Otra de las protagonistas es la catalana Lina Romay, eterna musa y compañera de Jesús Franco y vieja conocida de este blog. Pero metámonos en harina. En Apocalipsis sexual se cuenta la historia de una banda que secuestra a la hija de un empresario para pedir un rescate a cambio. Punto.
Esa trama básica como pocas le sirve al realizador Carlos Aured para proporcionarnos un buen número de escenas de sexo en grupo, escarceos lésbicos y cópulas heterosexuales con profusión de lenguas, pechos y pubis femeninos pero sin un sólo miembro viril, tal y como mandaban los cánones de la época para este tipo de películas. Metido con calzador nos encontramos –causando una mezcla de hilaridad y vergüenza ajena- al líder de la banda en una encomiable labor docente explicando a la secuestrada –o a los espectadores- que el sexo no es pecaminoso y que hay que darle placer al cuerpo. Por si eso fuera poco, Clark –no sé por qué tiene ese nombre, si la cinta está rodada en Madrid- justifica el secuestro con un discurso clasista expresando su odio por las clases pudientes que, gracias a su dinero robado a los pobres, sometan a estos aunque sean –como él mismo pretende ser- mucho más inteligentes y válidos. Evidentemente, la virginal –aunque con ese cuerpazo resulta poco creíble- Muriel acabará con síndrome de Estocolmo, enamorada de su captor y pigmalión sexual propiciando un final trágico –acaso el apocalipsis del título- en el seno de esa especie de pornofamilia Manson, a la que una voz en off hace referencia sólo comenzar la cinta. En fin amiguitos, casposa y cercana al ridículo pero cargadita de escenas que llegan al límite del softcore, lo típico de las clasificadas S de la época vaya.
Esa trama básica como pocas le sirve al realizador Carlos Aured para proporcionarnos un buen número de escenas de sexo en grupo, escarceos lésbicos y cópulas heterosexuales con profusión de lenguas, pechos y pubis femeninos pero sin un sólo miembro viril, tal y como mandaban los cánones de la época para este tipo de películas. Metido con calzador nos encontramos –causando una mezcla de hilaridad y vergüenza ajena- al líder de la banda en una encomiable labor docente explicando a la secuestrada –o a los espectadores- que el sexo no es pecaminoso y que hay que darle placer al cuerpo. Por si eso fuera poco, Clark –no sé por qué tiene ese nombre, si la cinta está rodada en Madrid- justifica el secuestro con un discurso clasista expresando su odio por las clases pudientes que, gracias a su dinero robado a los pobres, sometan a estos aunque sean –como él mismo pretende ser- mucho más inteligentes y válidos. Evidentemente, la virginal –aunque con ese cuerpazo resulta poco creíble- Muriel acabará con síndrome de Estocolmo, enamorada de su captor y pigmalión sexual propiciando un final trágico –acaso el apocalipsis del título- en el seno de esa especie de pornofamilia Manson, a la que una voz en off hace referencia sólo comenzar la cinta. En fin amiguitos, casposa y cercana al ridículo pero cargadita de escenas que llegan al límite del softcore, lo típico de las clasificadas S de la época vaya.
Ostias máquina!!! menuda tarde bloguera te has metido!! Impagable!!! Ajita (sexualidad siempre en entredicho) y Lina, grandes mitos eróticos de los sexplotation del tio Jess!!! POr cierto, que en la red se encuentran un montón de films de Mr Franco y recientemente me he descargado unos cuantos de ellos. A seguir así!!!
ResponderEliminarUy, de Lina Romay -Rosa Maria Almirall- y el señor Franco me he jartao de poner entradas en el blog. Busca por "Jesús Franco" y "Tío Jess" y verás...
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