Yuko Ogura

Nippon no onna. Claro que sí amiguitos, aquí están de nuevo mis amigas, las idol. Hoy os voy a hablar de Yuko Ogura, definitivamente una de las menos sensuales de cuantas os he presentado en este espacio –con más pinta de personaje de manga que de persona real, con unos ojos que nos hacen pensar en la acción del bisturí-, pero quizás por ello la más turbadora de todas ellas. La explicación es sencilla. Si la inmensa mayoría de estas chicas tienen como único fin adquirir popularidad convirtiéndose en objetos de deseo erótico gracias a sus físicos, con el objetivo de vender posters y vídeos, aparecer en programas de televisión o sacar canciones al mercado –aunque como en el caso de Yuko sea en la banda sonora de películas de anime-, lo natural es que exploten sus cuerpos y los muestren en bañador, lencería o vestidos –es un decir- con sucintos bikinis. Por ello resulta extraño que algunas, como Yuko, basen su carrera en una deliberada imagen inocente e infantiloide -aunque también echen mano de los trajes de baño de una manera más recatada que la mayoría de sus colegas- aunque no sean precisamente unas crías. Un nuevo caso de esa tolerada y encubierta aceptación por parte de la sociedad nipona de la malsana atracción que gran parte de la población masculina de mediana edad siente por las escolares. Estamos hablando de Japón piltrafillas, y allí hay gente pa tó.