Otra entrada caracterizada por la falta de inspiración por mi parte es esta que le dedico a Christophe Vermare. A mediados de agosto del año pasado ya os hablé de él pero dije que no sabia nada de su vida y milagros. Hoy lo remedio –lo que me sirve de excusa para volverle a citar- contando que es un fotógrafo francés nieto de nudistas que desde muy joven ha sentido la necesidad de convertir en realidad las visiones que –con cuerpos desnudos de bellas jóvenes como protagonistas- asaltaban su mente. Lo cierto es que sigue siendo poca información, pero menos da una piedra.
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