Escondidos en Brujas

Os voy a presentar ahora una película que me gustó mucho. No es friki, no es erótica, no es gore y no es de acción, ni siquiera es asiática. Se trata de Escondidos en Brujas, una tragedia muy original con un guión buenísimo con pinceladas de humor fino que sirven para aderezar la enorme tristeza y sentimiento de culpa que impregna el argumento. La historia que cuenta es la de Ray y Ken –soberbios y creíbles Colin Farrell y Brendan Gleeson- unos asesinos humanizados y simpáticos que se esconden en Brujas tras un trabajo encargado por un jefe del hampa londinense –genial Ralph Fiennes- que no ha salido del todo bien.

Así, mientras el joven Ray no ve el momento de regresar a Londres, Ken intenta disfrutar de la enorme propuesta cultural que la ciudad medieval le ofrece. La pareja no tardará en relacionarse con dos personajes que cambiarán su vida en la fría Brujas y su destino, un actor enano que rueda una película en la ciudad y una joven belga con una vida –por decirlo de alguna manera- turbia. Se trata de una cinta de digestión lenta en la que las cosas van ocurriendo poco a poco dándonos las claves de los sentimientos de los personajes mientras nos acerca a un final que gustará a algunos y dejará insatisfechos a otros. Agradable de ver, simpática y apta para corazones y estómagos sensibles. Os la recomiendo amiguitos.