La primera película de la que os hablaré hoy es Coming Soon, una cinta tailandesa de terror que tiene un inicio verdaderamente angustioso que me ha hecho albergar grandes expectativas ante lo que estaba a punto de ver. Sin embargo, la opera prima como realizador de Sokon Sukdapisit –en su casa le conocerán, digo yo- no pasa de ser un producto más de la ingente cantidad de películas de terror que la cinematografía asiática nos ofrece cada año. Eso sí, el resultado –sin ser demasiado original- es bastante decente.
La historia que nos cuenta es la de Chen, un joven al que su novia ha dejado, que trabaja en un cine y pretende sacarse un sobresueldo pirateando películas de estreno. Sin embargo, la cinta que ahora tiene entre manos –basada en la historia real de una tal Shomba, una desquiciada que secuestraba niños y les sacaba los ojos- parece ser no tan ficticia. El espíritu maligno de la asesina sigue actuando y las víctimas –comenzando por Chen y las extrañas visiones que sufre- están a punto de sucumbir ante su maldad.
En fin amiguitos, ya lo véis, nada nuevo bajo el sol. Una película de fantasmas que –aún teniendo algunas escenas que provocan un leve sobresalto- dan como resultado una cinta aceptable pero de las que ya casi todo nos suena. Salvo el principio –que ya he aplaudido antes- el resto es distraído y poco más.
La historia que nos cuenta es la de Chen, un joven al que su novia ha dejado, que trabaja en un cine y pretende sacarse un sobresueldo pirateando películas de estreno. Sin embargo, la cinta que ahora tiene entre manos –basada en la historia real de una tal Shomba, una desquiciada que secuestraba niños y les sacaba los ojos- parece ser no tan ficticia. El espíritu maligno de la asesina sigue actuando y las víctimas –comenzando por Chen y las extrañas visiones que sufre- están a punto de sucumbir ante su maldad.
En fin amiguitos, ya lo véis, nada nuevo bajo el sol. Una película de fantasmas que –aún teniendo algunas escenas que provocan un leve sobresalto- dan como resultado una cinta aceptable pero de las que ya casi todo nos suena. Salvo el principio –que ya he aplaudido antes- el resto es distraído y poco más.
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