Amiguitos, ayer murió en Los Angeles la actriz Farrah Fawcett, conocida principalmente por haber representado el papel de Jill Munroe en la primera temporada de Los ángeles de Charlie -serie televisiva de finales de los 70- y uno de los iconos sexuales de mi preadolescencia y de la de muchos españolitos. El cáncer se ha llevado finalmente a una mujer que tuvo diversos problemas con el alcohol y las drogas, que no fue emocionalmente estable –nunca se casó con su compañero Ryan O’Neal, con quien protagonizó sonadas separaciones y reconciliaciones desde los años 80 hasta la actualidad- y que ha fallecido viendo como su hijo Redmond de sólo 23 años cumplía condena. Y es que la desgracia no hace excepciones ni entre las estrellas de Hollywood.
Siento decirle que consiguió casarse en el lecho de muerte con su amor de siempre Ryan O'neal. Dicen que la ayudaron a mover la cabeza para dar el si.
ResponderEliminarLEGO
Qué tétrico. Me niego a pensar en Farrah Fawcett -la de la sempiterna sonrisa y cabellera frondosa- como en un ser moribundo con alguien que le agarra del cráneo y le mueve la cabeza para que haga SÍ, como una muñeca rota. Quite, quite...
ResponderEliminarY esta pobre otra víctima del éxito, un tormento de vida (según cuentan, aunque tendría sus raticos felices con esa sonrisota) y una enfermedad que se la devora. Salvo en la famosa serie, no le he seguido nunca la pista...imagino que ahora estará donde iremos todos a parar...
ResponderEliminarCuando yo iba mucho a Soria para hacer portes con mi camión pasaba por el puticlub Marylin y me acuerdo que las chicas que trabajaban alli iban peinadas como Farrah Fawcett Majors ¡¡¡¡¡ que polvos eche alli mas buenos!!!!!!
ResponderEliminarVay, me alegro de que mi entrada le haya traido esos recuerdos tan bonitos.
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