Piltrafillas, ayer vi una peliculilla de terror titulada Midnight movie que no estuvo mal. En realidad no tenía demasiadas escenas escalofriantes, ni era muy sangrienta, ni los actores protagonistas eran conocidos –aunque no lo hacían mal del todo- ni el argumento era excesivamente original. Aún así, se trata de una cinta recomendable para ver con los amigos y un buen bol cargado de palomitas. La historia que nos cuenta es la de un cine cutre de pueblo en el que se proyecta por primera vez en cinco años una cinta dirigida por un actor y realizador que ha vivido obsesionado desde los años 70 con su obra. Al parecer –cual Johnny Weissmuller con su Tarzan o Bela Lugosi con Drácula- se cree el asesino protagonista de su obra cumbre, Dark Beneath. Precisamente cinco años atrás, el realizador escapó en medio de un baño de sangre del hospital en el que estaba confinado. Ahora un motero, unos jóvenes inocentes y un agente del FBI que siempre ha creído que el director tuvo mucho que ver en la masacre del centro psiquiátrico del que desapareció serán protagonistas de una noche de pesadilla. Un nuevo ejemplo de cine dentro del cine, de factura correcta aunque sin demasiadas pretensiones. Para pasar un rato distraído.
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