Y esta de ahora es una fotógrafa amateur llamada Liz Mares que trabaja con polaroids y declara que le encanta la sensualidad pero que no pretende reflejarla tomando instantáneas bonitas y perfectas, sino contar historias capturando el sentimiento que se desprende de aquellos que le rodean. A mi me ha gustado, por su innegable valor estético y quizás porque yo también sé lo difícil que es intentar captar en imágenes lo que uno siente ante aquello que fotografía.
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