Por último le toca al sensual Naoto Kawahara, pintor realista natural de Tokyo que estudió pintura desde los cinco años. Cuando alcanzó el grado de maestro, abandonó la pintura y se pasó al diseño industrial hasta que –después de unos años- se trasladó a Italia, retomó los pinceles y se puso a pintar combinando el arte tradicional japonés con la pintura moderna occidental. Enamorado de figuras como Balthus, Degas o Van Gogh, su técnica consiste en fotografiar con Polaroid a sus modelos para después reinterpretar la imagen con los pinceles. Así pues –y como quien no quiere la cosa- con Kawahara reúno en un mismo artista tres de mis pasiones: la pintura, la fotografía y Japón.
¿polaroid?
ResponderEliminarUdjum!
de ahí la luz...