domingo, 1 de marzo de 2009

Domino






Os voy a hablar ahora de una película en la que había puesto ciertas esperanzas gracias a algunas escenas sueltas que había podido visionar. La verdad es que se trataba de un objetivo difícil porque las criticas de la cinta de Tony Scott que había leído hasta la fecha eran demoledoras –algunas la tildaban directamente de basura- pero aún así me decidí por verla. La película en cuestión es Domino, y cuenta la verdadera historia de Domino Harvey, hija del legendario actor Laurence Harvey criada en el exclusivo barrio londinense de Belgravia, que fallecido su progenitor y tras un periplo por diversos internados, comenzó una carrera como modelo –aunque este extremo no está demasiado comprobado y hay fuentes que afirman que en realidad sólo apareció en un reportaje gráfico- y renunció luego a su vida privilegiada en Beverly Hills para convertirse en una caza recompensas.
Para ello, el realizador se sirve de un argumento enrevesado en su explicación aunque simple en esencia rodado con un movimiento de cámara parkinsoniano en exceso que supongo que pretende ser enérgico pero acaba exasperando. En la historia que se nos cuenta, un fiador judicial organiza el robo del dinero de un casino con el objetivo recuperarlo despues y cobrar un porcentaje. Pero los pardillos a los que una funcionaria del departamento de tráfico –que participa en el robo- pretende echar las culpas resultan ser los hijos de un capo de la Mafia, por lo que la operación se va al traste. El conductor del furgón, sin saber qué hacer, se lleva el dinero. En estas entra en acción Domino y sus compañeros, a quienes alquilan para recuperar el dinero.





Os diré que en la última escena de la película, o mejor dicho, durante los títulos de crédito y finalizada ésta aparece la auténtica Domino Harvey, bastante demacrada, quien no llegó a ver la cinta estrenada. Un caso de niña rica falta de amor, perdida en un mundo al que odia, buscando su razón de vivir en la adrenalina y las drogas. El FBI la había detenido por narcotráfico, era adicta y cuando la encontraron muerta en la bañera de su casa –bajo arresto domiciliario- la autopsia reveló que la causa del fallecimiento había sido la ingesta “accidental” de una sobredosis de opiáceos. Tenía 35 años y, definitivamente, la película de la que os hablo retrataba de una manera falsa y glamourosa lo que había sido su vida. Piltrafillas, Mi opinión es que la idea –si dejamos a un lado la poca fidelidad del personaje con la persona a la que pretende retratar- no estaba mal del todo, hubiese podido dar como resultado una buena película de acción. Sin embargo, no ha sido así. Sabéis que siempre os digo que no hay que hacer mucho caso a las críticas –ni tan sólo a las mías-, por ello siempre acompaño de imágenes y sinopsis mis recomendaciones, para que cada cual decida si quiere ver o no la película a la que me refiero. Pero esta vez hacedme caso, no hace falta que perdáis tiempo con esta cinta a no ser que seais unos die hard fans de Keira Knightley. No me gustaría que os quedase la idea de que Domino es basura, no es cierto, tiene cosas buenas y su estética es atractiva pero... no es una cinta de la que me sienta con ganas de recomendaros encarecidamente. Con todo, lo mejor de la película es la actuación de Ian Ziering y Brian Austin Green –protagonistas de la serie Beverly Hills 90210: Sensación de vivir- autoparodiándose en el rol de actores venidos a menos.

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