domingo, 29 de marzo de 2009

Ford model 40 roadster by Edsel



En la entrada de hoy dedicada a las cuatro ruedas –dejando a un lado la obligada referencia a la Fórmula 1- os voy a hablar de un coche que no era excesivamente feo pero tampoco destacaba por la belleza de sus líneas. Sin embargo todos los historiadores y conocedores del mundo de la automoción están de acuerdo en una cosa: fue el mayor fracaso de la historia de Ford, un proyecto que conllevó para la marca pérdidas cercanas a los 300 millones de dólares de la época. Os estoy hablando de la creación de la marca Edsel. La idea fue contruir un coche que se situase en la franja intermedia bajo los Lincoln y los Mercury –marcas que también eran propiedad de Ford-, pero el resultado fue un automóvil de diseño poco agraciado con una mecánica que dio innumerables problemas y fue la culpable de infinidad de quejas y reclamaciones. Además, puesto en la calle, el Edsel acabó costando lo mismo que los modelos más lujosos antes mencionados. En 1958 aparecieron cuatro modelos con diferentes carrocerías, aunque todos con el mismo motor, un V8 de 147cv. Al año siguiente las pérdidas superaban los beneficios por lo que Ford decidió producir un único modelo... pero ya era tarde. En 1960 se canceló el proyecto.



Ya os he dicho antes que los Edsel no era bonitos, pero no creo que su diseño –como algunos apuntan- fuese la causa de la debacle de la marca. Quizás si el precio hubiese sido más ajustado y los problemas mecánicos no hubiesen mermado la confianza del mercado ahora aún veríamos modelos de esta marca por las carreteras estadounidenses. Nunca lo sabremos. Pero amiguitos, no quiero finalizar estas líneas sin mencionar el Ford model 40 roadster, prototipo que diseñó Edsel Bryant Ford en 1934 y que –esta vez sí- es uno de los clásicos de la historia de Ford. Es una pena que el nombre del brillante Edsel –hijo del fundador Henry Ford- esté para siempre asociado a esa fallida marca.

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