Este perturbador artista –de los que me encandilan amiguitos- es el pequinés Zhang Peng, un fotógrafo con estudios de pintura que utiliza sus retratos manipulados de niñas para transmitir desazón y un sentimiento muy inquietante de inocencia corrompida y artificial. Como se me hace difícil definirle, os recomiendo que si os llama la atención positivamente –porque seguro que indiferentes no os dejará- busquéis más información. Si os repele, olvidaos de lo que habéis visto. Me gusta mucho piltrafillas, llamadme friki.
Son muy curiosas, he pensado que eran muñecas. Mejor me quedo con este pensamiento.
ResponderEliminarY entonces me gustarán.
Saludos
Imaginaba que -aunque no acostumbra a comentar mis fotógrafos- de este tipo no podría pasar. Lo mejor es que no son muñecas amiga mía, je je je, ¿a que es inquietante esta visión?
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