Kris Kuksi

Este es un caso de esos en los que creo sinceramente que la humanidad ha tenido suerte. Sí amiguitos, suerte de que un friki haya decidido plasmar sus visiones de un manera artística en lugar de convertirse en un serial killer. Os presento a Kris Kuksi, un tipo nacido en Springfield -¡como los Simpson!- que pasó su adolescencia aislado en una granja de Kansas, sin padre, con una madre trabajadora sin demasiado tiempo para él y un par de hermanos muy mayores. Si a ello le sumamos la imposibilidad de comunicarse con los demás –no había nadie cerca- y la llegada de un padre adoptivo alcohólico, que Kris -tímido e introvertido- se sintiese fascinado por lo grotesco y lo macabro no es nada extraño. La América profunda piltrafillas, ¡las colinas tienen ojos!. Pero, lo que os decía, la humanidad tuvo suerte y Kris –en lugar de convertirse en Leatherface o un calco de Jason- descubrió que el típico arte popular norteamericano le parecía banal y falto de interés y decidió hacer realidad sus ideas de una manera creativa. Ha ganado varios premios, ha realizado un centenar de exposiciones por todo el mundo –incluyendo el Smithsonian National Portrait Gallery- y algunas de sus obras constan en colecciones públicas y privadas.