Nueva entrada de tema automovilístico amiguitos. Pero no os hablaré esta vez de un precioso vehículo que circuló por las carreteras hace años... porque se trata de un prototipo que no tuvo su réplica en la cadena de montaje. El coche en cuestión es el Phantom Corsair de 1938 –basado en un Cord 810-, un coupé de seis plazas que diseñó Rust Heinz con la ayuda de los carroceros californianos Bohman & Schwartz. La carrocería aerodinámica, sin aristas ni partes salientes –lo que incluye la ausencia de tiradores para las puertas- era de acero y aluminio, el motor un V8 de tracción delantera con cambio eléctrico de cuatro velocidades y tenía suspensión independiente con amortiguadores austables. Pesaba 2 toneladas y llegaba hasta los 185 Km/hora, nada mal para un coche –no lo olvidéis- construido antes de la segunda Guerra Mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario