Y aunque este hombre, Florian Lohmann se llama, nació en Alemania, pasó gran parte de su juventud corriendo por la arena de las playas de Yucatán. Quizás por ello es un apasionado de los viajes, lo que le ha llevado –por ejemplo- a recorrerse el Caribe en barco, trabajar de camarero en Bogotá, recibir algún balazo en la selva ecuatorial y escribir guiones de cine en San Francisco. Alguien así no podía dejar de caer tarde o temprano en el mundo del arte visual. Así, después de trabajar en Nueva York como asistente para Irish Brosch o Ellen Von Unwerth entre otros, no es de extrañar que se decidiese a mostrarse a sí mismo como creador. Lo que se llama un culo inquieto, piltrafillas.
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