Los primeros contactos de este yugoeslavo llamado Dejan Dizdar con el Arte fueron a través de la música, primero como estudiante de piano y luego de violoncello. Con veintipocos años se convirtió en el exponente de los fotógrafos aficionados de su país. A partir de entonces, más y más exhibiciones, concursos, premios en países tan variopintos como Austria, España o Japón y obras publicadas en un montón de revistas. Tenéis la última palabra piltrafillas.
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