Toca hoy hablar de Adler Fresneda. marca comercial de la pareja
formada por Bèla Adler y
Salvador Fresneda, fotógrafos del mundo de la moda y la publicidad que reparten su tiempo
entre Barcelona y Nueva York ocupándose de todo el proceso de sus
producciones, desde el casting a la edición digital pasando por las
localizaciones y el diseño artístico y de iluminación. Mientras
Béla estudió Bellas Artes e
Historia del Arte en la Universitat de Barcelona y se formó en diseño
gráfico, Salvador es un artista
autodidacta que alterna la fotografía con el diseño industrial y de
interiores. Ambos trabajan juntos desde que se conocieron.
Hoy nos visita Dina Kantor, una fotógrafa freelance del mundo
de la moda, el documentalismo y la publicidad afincada en Brooklyn. Formada
en la University of Minnesota y con clientes como Mother,
West Elm, The Financial Times o Apollo Magazine, su
trabajo consta en colecciones como las del neoyorquino
The Jewish Museum, The Portland Art Museum o el
Southeast Museum of Photography.
Esta es Elza Jo Tratlehner, una fotógrafa y realizadora
neerlandesa formada en la
Koninklijke Academie van Beeldende Kunsten de La Haya que cuenta con
clientes como e-Bay, Swarovski, Nike, H&M,
Levi’s, Nylon, ELLE, Vice, Tatler o
Dazed.
El protagonista de este último lunes del mes es el ruso
Zoltan Molnar, un fotógrafo de Moscú dedicado a los desnudos
artísticos de quien no puedo deciros mucho más.
Doy por finalizadas las entradas de la semana con la pintora
norteamericana Lea Colie Wight, una artista de Filadelfia que estudió
con Nelson Shanks en su
Studio Incamminati –ya os hablé de él
aquí– y acabó asistiéndole como docente. Desde pequeña se interesó por el
dibujo y la pintura y en captar la historia interior de las personas, esa
cara que no se muestra al exterior.
Pues sí, piltrafillas, hoy toca comentar la italiana
L’assassino è ancora tra noi, una película dirigida y escrita por
Camillo Teti que se inspira
vagamente en sucesos reales. Protagonizada por
Mariangela D’Abbraccio, Giovanni Visentin, Riccardo Parisio Perrotti y
Luigi Mezzanotte entre otros,
cuenta la historia de Christiana, una estudiante de criminología que está
investigando las muertes provocadas por el asesino en serie al que han
apodado il mostro di Firenze. A lo largo de su estudio, la joven
sufre misteriosas llamadas de teléfono y es acosada por un desconocido. Por
otra parte, tanto su director de tesis como su novio Alex, un patólogo
forense, parecen empeñados en que abandone sus pesquisas. Tanto es así que
Christina acaba sospechando que el asesino quizás sea su novio.
Amiguitos, afrontaba esta L’assassino è ancora tra noi con
reparos porque las criticas que había leído la ponían a la altura del betún.
Y lo cierto esta película en la que se juntan brochazos de voyeurismo,
espiritismo, estética pseudogiallesca, erotismo y gore es
bastante mala. Además, las interpretaciones son forzadas, poco naturales y
los diálogos verdadera basura. Pese a eso –y a un final que parece producto
de una noche de frustración y alcohol al no saber cómo atar los cabos de la
trama–, la temática, su estética visual y cierta atmósfera tensa que
acompaña todo el metraje me la han hecho entretenida. En resumen, que no
pasará a la historia del giallo pero se deja ver. O eso o es que ya
estoy peor de lo que pensaba.
