Robert Zeller Re-visited








Regresa hoy al blog desde un ya lejano 21.08.08 el pintor norteamericano Robert Zeller, un artista que en su momento me llamó la atención pero al que dediqué poco espacio.

Gary Isaac






Impresionantes me parecen estas fotografías –y muchas otras de su extenso portafolio- de Gary Isaac, un fotógrafo al que he descubierto en Flickr y del que nada conozco.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Paula Zimmermann







Finalizo el día con una nota de color simpática a cargo de Paula Zimmermann, una pintora británica que se ha especializado en el retrato de animales de compañía después de reiniciar sus estudios a los 39 años tras una juventud en la que el abandono del colegio y la falta de expectativas le llevaron a una existencia vacía de objetivos. Es un ejemplo extraordinario de que nunca es tarde para retomar las riendas de una vida echada a perder. Por desgracia, eso no siempre es verdad.

David Spero






Bueno piltrafillas, hoy ha sido lunes –concretamente el último del mes, el primero después de las elecciones autonómicas en Catalunya y del que se hablará durante algunos días en el aspecto deportivo porque esta noche se juega el partido de fútbol entre el F.C. Barcelona y el Real Madrid- y me he tirado en la oficina desde las 9:00 a.m. hasta las 20:00 p.m. intentando que el trabajo que hacíamos entre tres salga ahora tras el despido de uno de los empleados bajo mi responsabilidad, por lo que me encuentro algo cansado. Así pues no os voy a contar demasiado de este fotógrafo británico llamado David Spero que goza de gran reconocimiento en su país y me limitaré a cederle un espacio con la esperanza de que a alguno de vosotros le alegre conocer su obra.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Diego Díaz







Me despido por hoy con Diego Díaz, un malagueño que estudiaba arquitectura y que gracias a una beca Erasmus se fue a vivir a Florencia en donde ahora trabaja como fotógrafo de moda creando unas obras de enorme belleza y sensualidad. Amiguitos, me gustaría hacer fotos así.

Beautiful Beast





Y la tercera y última cinta que he tenido el placer de ver ha sido Beautiful Beast, una película japonesa de mediados de los 90 protagonizada por Kaori Shimamura en el papel de una joven y guapa china llamada Ran que desembarca en Japón con la misión de matar a un jefe yakuza. Pero un camarero –Yoiji Fujinami, antiguo gangster reciclado- se cruzará en su vida y la joven asesina se enamorará de él. En realidad, al poco de conocerse y tras diez minutos escasos de película ya estarán fornicando sobre la barra del bar pero, bueno piltrafillas, ese es el devenir habitual en este tipo de cine. Total, que entre los miembros de la banda del desaparecido jefe yakuza crecerá la ira y la necesidad de encontrar a la culpable del asesinato y las sospechas no tardarán en recaer acertadamente –lo que no deja de ser una coincidencia demasiado increíble- sobre un grupo mafioso de Hong Kong llamado los intocables que en sus filas tienen a una mujer llamada la Orquídea negra.




Así pues, mientras se esconde de sus perseguidores y de la policía, Ran conocerá a una puta china convertida en una suerte de esclava sexual que -como ella misma dice- le chupa las partes íntimas a caballeros adinerados para poder devolver un préstamo, una joven risueña que pese a todo no pierde la sonrisa. Finalmente conoceremos el verdadero propósito de Ran, que no es otro que matar al delincuente que años atrás causó la muerte de su hermana pequeña. Beautiful Beast es la típica cinta nipona con belleza vengadora al frente y escenas de gran violencia que se alternan con algún que otro interludio erótico de lo más light, es decir, otro ejemplo del cine japonés de yakuzas de serie B que tanto me atrae y del que ya os he ofrecido diversas críticas a lo largo de la historia de este blog.

Red








La segunda película del fin de semana ha sido Red, la adaptación –una más- de un comic de DC protagonizada por Bruce Willis y un elenco de fantásticos actores a punto de entrar en la categoría de viejas glorias, sin que tal apelativo deba ser por fuerza peyorativo. En Red se nos cuenta la historia del antiguo agente de la CIA Frank Moses, un tipo solitario que mantiene una relación a distancia con una teleoperadora, quien debe abandonar su retiro en la fría Cleveland cuando un grupo de hombres fuertemente armados intenta acabar con su vida. No hay que decir que Moses, el jubilado, eliminará él solito a todos los asesinos e iniciará –junto a sus antiguos compañeros de acción, otros retirados como él- la implacable caza de sus enemigos.




Piltrafillas, Red es una cinta muy divertida, cargada de acción, disparos, humor y con un Willis en estado de gracia en un papel a su medida, con una apariencia –física y de actitud- envidiable que definitivamente le confirma como el puto amo del cine de acción con ese toque de socarronería que tan bien le va. Helen Mirren, Morgan Freeman o John Malkovich le dan la réplica a Willis en esta especie de reivindicación de la tercera edad en el marco del mundo del espionaje y las operaciones encubiertas. En definitiva, casi dos horas de película recomendada para disfrutar con compañía, palomitas y gintonic.

Brooklyn Finest







Ya están aquí piltrafillas, las reseñas cinematográficas del fin de semana. La primera va a referirse a Brooklyn Finest, una cinta de Antoine Fuqua –el de Shooter o Training Day entre otras- que tiene a los policías de Nueva York como protagonistas, en particular a tres de ellos. En esta larga película –más de dos horas que sin embargo no se me hicieron pesadas- asistiremos a las historias cruzadas de Sal, Eddie y Tango. El primero es un hombre familiar y creyente que agobiado por la necesidad económica y los problemas de salud de su esposa se ha convertido en un policía corrupto que incluso ha llegado a asesinar por conseguir dinero. El segundo es el típico agente desengañado, solitario y con problemas de alcoholismo tras veintidós años en el cuerpo viendo asesinatos, violaciones y crímenes varios, un hombre despreciado por sus compañeros cuyo único objetivo es que pasen los días y llegue el de su jubilación. Por último nos encontramos con Tango, agente encubierto que ha llegado hasta lo más alto en la organización de Casanova Phillips y al que sus sentimientos contradictorios están torturando de tal manera que quiere abandonar su misión en primera línea para tener un trabajo de despacho y poder recuperar su vida como Clarence Butler.




En fin amiguitos, una típica cinta de policías de Nueva York –es extraño, pero aunque en el cine hemos visto en incontables ocasiones historias variadas de agentes del orden de ciudades como Los Angeles o Chicago, son los de la ciudad de los rascacielos los que siempre quedan mejor en historias de este corte, alejadas del glamour y las visiones románticas- que resulta muy amena y distraída aunque no aporta nada al pasar por caminos que son habituales. Un trabajo interpretativo más que aceptable –de todos los actores principales y secundarios que aparecen en Brooklyn Finest quizás es Richard Gere el que me ha parecido más simple- y un argumento que avanza por tres líneas hasta cruzarse débilmente en un final Shakesperiano de sangre y redención califican a una película que trata de la corrupción, el arrepentimiento, la valentía, la decepción y la soledad de tres agentes que –cada uno a su manera- intentan conciliar sus vidas con las luces y sombras de la lucha contra el crimen.