domingo, 7 de febrero de 2016

Teenage catgirls in heat


Piltrafillas, regresa lo cutre al blog con esta Teenage catgirls in heat, una cinta de Troma Entertainment rodada para el circuito de vídeo, dirigida por Scott Perry y escrita y producida por él mismo con Grace Smith. De Troma, con un título que remite a unas gatas adolescentes calientes... ¿es necesario decir que uno esperaba encontrar sangre y tetas a mansalva? Pues de lo uno, ni por asomo. Ni vientres despanzurrados, ni cuerpos arañados, ni arterias cercenadas, ni un triste arañazo, vamos. Y en cuanto a lo segundo, bueno, aparecen un par o tres escenas en las que se ven desnudos frontales superiores femeninos, pero nada más. Eso sí, la película –viniendo de donde viene– no defrauda en un sentido: es mala con avaricia. El argumento nos cuenta como la estatuilla de una antigua diosa egipcia con forma de gato y apariencia de haber salido de un bazar chino, con una voz que parece la de King Diamond cuando interpretaba a grandma en “Them”, provoca que los gatos de Riverville se suiciden saltando de los tejados o tirándose al río –total, tienen siete vidas o nueve si están en países anglosajones– para renacer convertidos en jovencitas con la misión de copular y exterminar a los lugareños. 


La casualidad –o el guión, en realidad– hace que llegue a Riverville un autoestopista llamado Ralph, un mentecato al que ha dejado la novia y que –mientras los gatos del pueblo se están convirtiendo en chicas– conocerá a Warren, un exterminador de felinos. Así es como la gata Cleo toma forma humana, como el resto de los gatos de la localidad que se dedican a matar a los hombres del pueblo, mientras Ralph y Warren –que no tardará en descubrir que su abuelo había sido explorador en África y es el culpable de que la estatuilla de la diosa maligna acabase en Riverville– se dedican a perseguir a los felinas dolescentes. Sin embargo, el peligro los acecha. Ralph se enamora perdídamente de Cleo, a la que cree una jovencita alegre aunque algo extraña, y se prepara para su primera cita con ella, un agradable picnic al borde del río, sin imaginar lo que se le viene encima. En resumen, amiguitos, Teenage catgirls in heat es una historia sin pies ni cabeza, interpretaciones patéticas, calidad técnica de pacotilla –con profusión de escenas pretendidamente nocturnas rodadas con el típico filtro azul oscuro– y ausencia de erotismo y vísceras. Vamos, una basura infumable. Claro que, si uno la afronta como tal con unas cervezas y algo para picar... pero no, ni por esas.

3 comentarios:

ÁNGEL dijo...

Como lo que pueda interesarme de la peli ya lo has puesto en esas fotos, creo que me abstendré de apuntarla en la carpeta de pendientes. Muy inspirado te veo escribiendo, chatín.

King Piltrafilla dijo...

¿Inspirado?, ¿es ironía?

ÁNGEL dijo...

No, no, para nada, es algo constatable y, a mi entender, puesto en razón.