domingo, 25 de julio de 2010

30 días de oscuridad







La segunda cinta es 30 días de oscuridad, una historia basada en un comic de IDW Publishing que nos cuenta la llegada de una horda de vampiros devoradores de hombres –aquí no se limitan a clavar dos colmillitos en la yugular y sorber la sangre- a la localidad de Barrow en Alaska, un lugar en el que durante 30 días al año permanece el sol oculto. De todos es sabido que a los vampiros les mata la luz del sol, por lo que podéis imaginar la especie de festival gastronómico en que se convierte Barrow cuando durante un mes pueden campar a sus anchas por sus calles cazando a todo lo que se mueve. Para luchar contra la amenaza se las verán y se las desearán el sheriff, su mujer, el hermano del primero y un reducido grupo de vecinos que de todas maneras irán cayendo a manos de unos monstruosos vampiros más cercanos a una mezcla entre Hannibal Lecter y Marilyn Manson que al personaje de Bela Lugosi o al afeminado cara de anémico de la saga Crepúsculo.




Divertida, aterradora, angustiosa, diferente, gore, llena de sobresaltos, dentelladas y muerte. Amiguitos, 30 días de oscuridad es otra de esas cintas más que indicadas para disfrutar en la más absoluta oscuridad. Las interpretaciones me han parecido bastante convincentes pero el desarrollo se me ha hecho en ocasiones un poco lento, algo que de todas maneras no hace tediosa la película. Eso sí, de haber transcurrido la acción en un par de noches –tres a lo sumo- hubiese sido todo más creíble. Y ya se que quizás es excesivo pedir verosimilitud a una historia basada en chupadores de sangre- pero es que no se sustenta por ninguna parte que veamos como pasan las semanas sin que quede claro ni cuando ni como se alimentan los protagonistas, ni si se asean o van de vientre. Aún así, me ha gustado mucho.

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